El orgasmo es clitoriano

El orgasmo es clitoriano

¿Qué diría en la actualidad Freud, quien afirmó que existía una supuesta envidia por parte de las niñas al pene del varón durante su desarrollo psicosexual, si supiera todo lo que hoy se sabe sobre el clítoris?

Seguido comento sobre lo magnífico que es el clítoris, una estructura del cuerpo cuya única función es dar placer, y que a mi consideración no recibe el crédito que merece. Es por eso que decidí dedicarle este artículo, pues es importante conocerle más a fondo.

Durante las primeras semanas de gestación de un humano no hay distinción entre el clítoris y el pene. En realidad, el clítoris es el homólogo del pene, con la diferencia de que el pene tiene la función de orinar y eyacular. El clítoris por su parte solo tiene una función, dar placer, tomando un papel importantísimo en el orgasmo de las personas con vulva, por lo que es primordial que se entienda su anatomía para que sea más fácil estimularle de forma adecuada.

Entre el 72% y 80% de las personas con clítoris no logran llegar al orgasmo únicamente con la penetración. Anteriormente se hablaba de dos tipos de orgasmos, el vaginal y el clitoriano. Considerándose el vaginal como el orgasmo que tiene una persona cuando hay penetración de forma vaginal y el clitoriano el que se tiene como resultado de la estimulación del glande o cabeza del clítoris, por lo general de forma externa.

Sin embargo, hoy sabemos que esto no es así y todo se debe a la maravillosa anatomía del clítoris.

El clítoris, que tiene más de ocho mil terminaciones nerviosas en el glande o cabeza, es extremadamente sensible a comparación de su homólogo, el pene, que únicamente tiene alrededor de cuatro mil terminaciones nerviosas en la misma zona, o sea en el glande.

El clítoris no es únicamente un “chicharito” cubierto por el capuchón, como se creía anteriormente. La estructura completa del clítoris mide entre 10 y 14 cm y su gran mayoría está de forma interna. Esto era completamente desconocido hasta que Helen O’Connel, uróloga australiana, publicó en 1998 la estructura completa del clítoris. Sin embargo, no fue hasta 2009 que se pudo fotografiar de forma sónica.

Es gracias a que el clítoris está abrazando el canal vaginal, que entre el 20% y 28% de las personas con clítoris, también podrán llegar al orgasmo con la penetración vaginal. Esto se debe a que el clítoris es estimulado de forma indirecta por su contacto con el canal vaginal y no por la estimulación de la vagina per se, pues en la vagina no hay terminaciones nerviosas de placer, por lo que es la anatomía del clítoris lo que definirá si una persona puede tener un orgasmo mediante la penetración o si es necesaria la estimulación externa del clítoris.

¿Y qué es el orgasmo? El orgasmo se define como una liberación de tensión seguida a la excitación y puede presentarse con diferentes sensaciones para cada persona. No existe una manera correcta o incorrecta de tener o sentir un orgasmo. Durante el orgasmo habrá entre 3 a 15 contracciones vaginales, en el útero e inclusive en músculos más grandes como los muslos.

Para poder llegar al orgasmo, una persona debe estimular el clítoris, ya sea con los dedos de la mano o con algún otro objeto, como un juguete sexual. Si se hace interactuando con otra persona, además de las formas anteriormente mencionada, también se pude estimular el clítoris a través del cunnilingus, coloquialmente conocido como sexo oral.

Algo importante que se debe saber, es que el clítoris es tan sensible que si no se estimula de forma adecuada puede llegar a lastimarse y ser doloroso, pero si se estimula de forma correcta, el placer generado puede llevar a la persona al orgasmo.

Así es que, en mi opinión, una niña con clítoris no sentirá envidia por el pene del varón en la etapa psicosexual si la educación recibida le permite explorarse, ya que el clítoris además de ser un homólogo del pene, es una estructura maravillosa para percibir placer, de la que aún queda mucho que aprender.

 

Regresar al blog

Deja un comentario

Ten en cuenta que los comentarios deben aprobarse antes de que se publiquen.