Por: Mónica Sobreyra
Y tú… ¿Qué le dirías a tu yo de cuando tuviste tu primera relación sexual? ¿Cuántos años tenías? Se me ocurrió escribir una entrada al blog como si me estuviera hablando a mi yo del pasado con todo lo que se ahora, así que le escribí una carta a esa pobre inocente (de verdad lo era). La persona con la que “perdí mi virginidad” fue con el típico machito, así que la experiencia no fue nada agradable, supongo que nos pasa mucho, ¿no amigas?
Queridísima yo del pasado.
Se que no entiendes mucho sobre sexo, y tienes mucho miedo. Y es bastante lógico, en tu casa nunca se habló del tema, era o ser virgen hasta el matrimonio o ser virgen hasta el matrimonio y no había más, pff… y tú con mil dudas y sin nadie con quien poder platicar.
Lamento mucho que tu primera experiencia sexual haya sido con un tipo que no dejaba de criticar tu cuerpo, que jamás se preocupo por saber si estabas bien, o si habías terminado, como normalmente pasa que solo se preocupan por su bienestar. Lamento que no pudieras expresar o experimentar con el lo que te gustaba, pero no te preocupes, llegara el día que dejaras de sentir pena y podrás platicarlo abiertamente. Se que tú experiencia sexual de los 15 a los 18 años mientras estuviste en esa relación fue traumática, pero créeme, podrás superar la incomodidad, o el decirle a tu pareja como quieres que lo hagan, o hablar abiertamente de tus fantasías, o de los juguetes que quieres usar, o el verte desnuda en el espejo sin criticarte…
Se que al principio todo parece correcto, sientes que así deben de pasar las cosas, que tu tienes que estar disponible siempre, pero no, no es así, se vale muy cabron decir no quiero, aunque te entiendo, el miedo que le tenías era mas fuerte, lamento todas las veces que tuviste que aguantar su olor asqueroso a borracho, sus llegadas a las 4 a.m. y sus ganas de coger donde al final te decía que debías de ser agradecida que te esta cogiendo a ti y no a la tipa que se le restregaba en el antro… se lo mucho que te enojaba y todas las lagrimas que derramaste por querer salir de ahí pero nuevamente el miedo se hace presente. Lo siento tanto.
Pero un día decidiste agarrarte los ovarios bien fuerte y saliste de esa relación, que no fue fácil, hubo muchos eventos posteriores (amenazas, acoso, demandas) pero el primer paso ya lo diste, lo lograste.
Ahora tienes la oportunidad de transmitirle a tus hijas tus conocimientos, decirles que ellas tienen todo el derecho sobre su cuerpo, que nadie debe violentarlo, nadie debe decidir sobre el si no son ellas mismas, vas a poder enseñarles a amar su cuerpo, será difícil ya que vivimos en una sociedad donde nos enseñan a odiarnos desde muy temprana edad, pero no te desanimes, ten la esperanza que ellas te van a escuchar, al menos tienen tu ejemplo, que no quiere decir que ya te la sepas todas, seguimos aprendiendo a amarnos, todos los días.
Por: Mónica Sobreyra